¿VERDADERA PRESENCIA O SOLAMENTE UN SÍMBOLO?

Poco después de Martín Lutero, las iglesias protestantes rechazaron la creencia de que Jesucristo está verdadera y sacramentalmente en el pan y en el vino consagrados. Ellas dicen que son solamente símbolos de la presencia de Cristo y por eso no adoran los elementos consagrados, como los católicos. Su argumento es que Cristo habló en parábola cuando habló de comer su carne, y que la cena del Señor es nada más que un recuerdo:

"Haced esto en memoria mía." (Lc 22,19)

La posición de la Iglesia Católica

En la Iglesia Católica creemos en la verdadera presencia de Cristo en la Eucaristía, como lo dijo San Cirilo de Jerusalén:

"Los que reciben la comunión deben estar plenamente convencidos que lo que aparenta ser pan, no es pan, aunque sabe así, sino el cuerpo de Cristo, y lo que aparenta ser vino no es vino aunque el sabor es así." (Cirilo de Jerusalén, año 350, Discursos Catequéticos).
A esta creencia de que el cuerpo, sangre, alma y divinidad (en otras palabras, Cristo mismo), está verdaderamente presente bajo las apariencias de pan y vino, la Iglesia Católica le llama "transubstanciación"

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Como afirman los hermanos, es cierto que Jesús habló de sí mismo en símbolos:
"Yo soy la puerta" (Jn 10, 9)
"Yo soy la vid" (Jn 15, 1)
En estas ocasiones nadie que escuchaba a Jesús lo tomó literalmente. Nadie preguntó "Si eres una puerta, ¿dónde está el picaporte?; si eres la vid ¿dónde están las hojas y por qué no eres verde?". Todo el mundo entendía que él estaba hablando en símbolos y que tenía sentido. Cristo es como una puerta - vamos al cielo por Él- también es como una vid porque nos da vida cuando permanecemos en Él. En otras ocasiones, cuando la gente no le comprendió, él corrigió su malentendido. Es interesante notar que en algunas de estas ocasiones el malentendido tenía que ver con la comida:

"Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.» Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.» Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?» Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra." (Jn 4,32-34)
Jesús aclaró el asunto. Como también lo hizo en el caso de "la levadura de los fariseos" en Mt 16, 5-12

Pero no fue así en Juan 6 ni en la Última Cena. Jesús no dio ninguna explicación, porque era claro. No hay semejanza entre "Yo soy la vid", "Yo soy la puerta" y " Yo soy el pan de vida" de Jn 6, 35. Jesús va mucho más allá del simbolismo:

"Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida." (Jn 6,55)
Pero miremos todo el contexto de Juan 6.

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EL CAPÍTULO SEIS DE JUAN... ¿REALIDAD SÍMBOLO?

El contexto del capítulo es importante: Jesús hizo un milagro con pan; alimentó a toda la gente. Después, enseñó que él es el pan que bajó del cielo. Él mismo, es alimento (Jn 6, 35-41).

La reacción de los judíos durante el discurso es sumamente importante. Jesús empezó a hablar literalmente y los judíos lo tomaron al pie de la letra cuando les dijo que había bajado del cielo. Por eso se disgustaron:

¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?» (Jn 6, 42)
Pero Jesús realmente bajó del cielo; lo tomaron literalmente y no les corrigió. Los hermanos separados estarán de acuerdo con nosotros en que Jesús literalmente bajó del cielo. Pero es triste que mientras los hermanos creen literalmente esta parte del discurso de Jesús en Juan, no toman el resto del capítulo así. Para ellos es simbólico. A continuación veremos que no lo es.

Jesús siguió hablando al pie de la letra como antes:

"Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día." (Jn 6, 44)
Los hermanos sí creen que aquí Jesús habló literalmente cuando dijo: "le resucitaré". También lo cree la Iglesia católica. Pero después los hermanos, por razones históricas y no bíblicas, dicen que lo siguiente es simbólico.

"Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros." (Jn 6,51-53)
Vemos que Jesús en Juan 6, 51 a 60 tuvo que seguir repitiendo que mi carne es verdadera comida y que la gente lo tomó al pie de la letra. ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? ¡Y Jesús no les corrigió! El no les dijo que estaba hablando solamente en parábolas y que no lo tomaran literalmente. Sino que Jesús lo reafirmó:

"Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida." (Jn 6,55)
Y en el versículo 60 leemos cual fue la reacción de algunos de sus discípulos:

"Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?»" (Jn 6,60)
Mas adelante leemos:

"Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él." (Jn 6,66)
Es el único caso en que se afirma que Jesús fue abandonado por algunos discípulos por lo que él decía. Y JESÚS NO LES IMPIDIÓ APARTARSE DE ÉL. Él no les dijo: "No se vayan, sólo estoy hablando simbólicamente. No me malentiendan." Se arriesgó a perder a todos sus apóstoles, pero seguía hablando al pie de la letra. Y los Apóstoles captaron que él hablaba así. Por eso fue una palabra "dura".

¿Por qué los fariseos y discípulos pudieron captar que Jesús hablaba literalmente cuando decía que Él bajó del cielo y que su carne es verdadera comida, mientras que los hermanos piensan que Jesús habló solamente al pie de la letra cuando dijo que bajó del cielo en versículos anteriores? ¿Qué tipo de maestro sería Jesús, si todo el mundo lo toma literalmente, cuando no debe ser así?

Cuando dijo que su carne es verdadera comida, los hermanos dicen que fue una parábola. Pero el texto no da ninguna idea de que la primera expresión sea literal, y que la segunda no lo sea. De hecho, después de decir que su carne es comida verdadera, Jesús otra vez les dijo que él es el pan que descendió del cielo (Jn 6,58). No tiene sentido decir que, entre dos cosas que Jesús dijo literalmente. Decir que la primera frase es literal, la segunda es simbólica y la tercera es literal es hacer violencia al contexto.

En el fondo de la expresión "Mi carne, para que el mundo tenga vida" hay una fórmula aramea en la que "carne" sustituye a "cuerpo" para designar la realidad creatural de la persona humana. "Para la vida" traduce la palabra griega HYPER que los relatos de la Última Cena, cuando Cristo instituye la misa (adelante) denota el carácter sacrificial y expiatorio de la muerte de Cristo.

Los hermanos separados citan el versículo 35, donde Jesús dice que "quien viene a mí" no tendrá hambre" y quién cree en mí" como pruebas de que el capítulo seis, es simbólico. Afirman que cuando Jesús se llama a sí mismo "el pan de vida" solamente está diciendo, que si creemos en Él, nos va alimentar espiritualmente como el pan nos alimenta físicamente. Ellos dicen que "comemos" y "bebemos" a Cristo al ir a Él y al creer en Él. Pero como vimos, el contexto es claramente literal y no simbólico. Aún Martín Lutero creía en la presencia verdadera de Cristo en Luther's Collected Works No. 7, Wittenburg Edit.

Además, Jesús no les corrigió cuando los discípulos dejaron de seguirlo por tomarlo literalmente (Jn 6, 66). Ellos eran de su raza y sabían como entenderlo, también podían ver su rostro y conocían su manera de hablar. Por eso se disgustaron cuando habló de que su carne era verdadera comida. Si Él hablara solamente de la institución de una comida como bendición no hubiera causado el abandono de parte de sus discípulos porque la religión judía, y las costumbres del mundo antiguo estaban repletas de comidas especiales. Mira cuántas veces Jesús participó en comidas cuando visitaba a las personas y cómo utilizaba la imagen del banquete en sus parábolas.

Notamos lo literal de las palabras que hablaba Jesús al utilizar la palabra griega TROGO en vez de PHAGO. TROGO es más específico en cuanto a masticar, mascar, roer, mientras PHAGO es una palabra general para comer. Los únicos otros lugares donde el NT tiene TROGO son Mt 24, 38 y Jn 13, 8. NINGUNA VEZ QUIERE DECIR COMER SIMBÓLICAMENTE. Además los judíos ya sabían que Jesús hablaba de comer literalmente porque preguntaron ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? (v. 52), aún antes de que Jesús utilizara TROGO.

Otra razón para estar seguros de que Jesús hablaba literalmente, es que en su tiempo , "comer la carne de alguien" en sentido simbólico era asociado con la persecución, la violencia, la traición y la matanza:

"Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla" (Mi 3, 2-3).
"Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron" (Sal 27, 2).
"Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo" (Is 9, 20)
"Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo Jehová soy Salvador tuyo".(Is 49, 26).
Podemos ver además 2 S 23, 15-17 y Ap 17, 6 y 16.

Si Jesús habló figuradamente estaría diciendo: Yo les aseguro que a menos que ustedes persigan, traicionen y maten no tienen vida. El que comete la violencia tiene vida eterna y lo resucitaré en el día postrero.

Algunos hermanos añaden, que tales palabras no pueden ser literales, porque Jesús dice que:

"El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha" (Jn 6, 63).
Pero Jesús no dice, "mi carne" no aprovecha, sino "la carne". En la Biblia "carne" se refiere no solamente al cuerpo físico de un ser humano, sino también al pecado en comparación con la vida del Espíritu:

"Porque, cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, obraban en nuestros miembros, a fin de que produjéramos frutos de muerte." (Rom 7,5)
"Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual." (Rom 8,5).
Jesús no estaba ofreciendo comer su cuerpo en ese momento. Esto hubiera sido canibalismo. Lo que decía era que por el poder del Espíritu Santo -el espíritu es el que da vida- pronto su cuerpo sería glorificado. Recuerda que el contexto del capítulo es la Pascua (Jn 6, 4). Él estaba apuntando al momento después de su muerte, cuando daría a sus discípulos su cuerpo transformado por el Espíritu para "la vida del mundo". Porque el espíritu da vida:

"El pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo" (Jn 6, 51)
En la misa, no es el cuerpo de Jesús-hombre como tú y yo lo que recibimos, sino el cuerpo del Cristo glorificado. Cristo no sufre más, no hay sangre de glóbulos rojos y blancos. Por eso decimos "Cuerpo de Cristo" no "Cuerpo de Jesús". Como el Sumo Sacerdote lo hizo en la Última Cena.. En la misa el sacerdote representando a Cristo, pronuncia sobre el pan y el vino las mismas palabras: Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre. Y el Espíritu da vida: Y las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida (Jn 6, 63). Este mismo Espíritu que dio vida a la Creación (Gn 1, 2) y formó la vida del Mesías en el seno de María, transforma el pan en Cuerpo de Cristo.

El citar a Jesús "mis palabras son espíritu y vida" para afirmar que tales palabras son simbólicas, no tiene sentido, cuando reflexionamos: las palabras de Jesús son espíritu y vida, por supuesto. Pero no todas son simbólicas.

Cuando Dios dice una cosa acontece así:

"será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié" (Is 55, 11).
Su palabra es efectiva: Esto es mi cuerpo (Mc 14, 22-24). No dijo "Esto simboliza mi cuerpo", sino, "Esto ES". Habiendo dicho Cristo "éste es mi cuerpo", ¿quién va a decir: "No, Señor, éste no es tu cuerpo. Es pan, nada más"? Decir: "esto es mi casa, esto es mi amigo" no quiere decir "esto es símbolo de mi casa, símbolo de mi amigo". Por 1,500 años, hasta después de Lutero, nadie discutió esta creencia.

Es un milagro, y no es por casualidad que Jesucristo hizo este discurso después de la multiplicación de panes. El milagro para alimentar el cuerpo. Ahora quiso alimentar el alma.

"En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre..."(Jn 6, 26-27).
"Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer.» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo" (Jn 6, 31-32)
Jesús afirmó que la comida que daría es superior al pan multiplicado y al maná (vv. 31-32). Si el pan y vino no se convierten en el Cuerpo y Sangre de Cristo, estas palabras son mentiras. El pan y el vino normal no son mejores que el maná y lo que alimentó milagrosamente a cinco mil varones.

Al fin y al cabo, si es como dicen los hermanos: que Cristo no hablaba de su propia carne porque "la carne para nada aprovecha" (v. 63) entonces todo el capítulo NO TIENE SENTIDO. Tendríamos que comprender que, a pesar de que Jesús acaba de mandar a sus discípulos comer su carne, luego dice que hacer esto ¡no tiene sentido ("nada aprovecha")! "Come mi carne pero verás que es una pérdida de tiempo". ¿Es esto lo que está diciendo Jesús? Por supuesto que no. La frase: "las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" NO QUIERE DECIR: "lo que acabo de decir es simbólico". La palabra "espíritu" nunca se toma así en la Biblia. Además, si Jesús aclara que estaba hablando en símbolos y que -"la carne [literalmente hablando] nada aprovecha"- ¿por qué sin embargo sus discípulos lo dejaron? Es importante, notar también, que en la Última Cena, Jesús utiliza la palabra cuerpo. "Esto es "mi cuerpo", y no carne. Esto hace que el asunto sea más claro todavía porque en el pensamiento judío, no hay dualismo entre cuerpo y alma. "Mi cuerpo" quiere decir la persona en su totalidad. "Esto es mi cuerpo" significa "esto soy Yo".

En Lucas 22, 19 leemos: "haced esto en memoria de mí". Los evangélicos piensan que esto quiere decir que celebrar la Cena no es nada más que un recuerdo intelectual, recordando lo que hizo Jesús aquella noche. Para ellos, Él está presente sólo espiritualmente por la "comunión" de los creyentes cuando celebran juntos.

Pero tenemos que comprender que Jesús estaba celebrando la Pascua, y para los judíos "hacer memoria" no es solamente recordar un hecho histórico, un recuerdo de algo pasado, sino un REVIVIR. Un "memorial" para los cristianos y judíos es una proclamación eficaz de la obra poderosa, que Dios hace de nuevo. Significa que el acontecimiento irrepetible del Calvario se hace realidad en el presente por medio del Espíritu Santo. En el altar, el pan y el vino no quedan solamente como símbolos, sino que se convierten en el Jesucristo de aquel primer viernes santo, en el lugar de la Calavera (Mc 15, 21). Es algo del pasado que entra espiritualmente en el presente como lo expresa la palabra griega ANAMNESIS (1 Co 11, 25).

En el libro del Éxodo leemos:

"Entonces tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: «Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.»". (Éxodo 24, 8)
Prefiguran las palabras de Jesús cuando tomó el vino:

"Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados." (Mt 26, 27-28).
Para completar el pacto, Moisés utilizó sangre de cordero y no un símbolo de ella. Igual cuando Jesús, el Cordero de Dios, firmó el Nuevo Pacto con su sangre. Es importante notar que el único lugar donde Jesús habla del Nuevo Pacto con su sangre, es en la Última Cena, cuando compartió la copa de vino.

¿CÓMO ENTENDIÓ PABLO LAS PALABRAS DE JESÚS?

"Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor." (1 Co 11, 27)
Pablo estaba hablando de la celebración de la Cena del Señor. Y pecar contra el pan es pecar contra el cuerpo (no contra el pan). Pecar contra la copa, es pecar contra la Sangre y (no contra la copa). El pan es el cuerpo. Pecar contra Dios es pecar contra el Creador, porque Dios y Creador son iguales". ¿Cómo podría ser tan grande el pecado vinculado con "comer" si solamente fuera pan y vino? (Ver v. 29 en adelante.) El Creador no nos da solamente "cositas que simbolizan". Él mandó a su hijo para tomar nuestra pobre carne y el hijo nos da de sí mismo. ¡Qué gran amor!

En v. 29 Pablo utiliza la palabra DIAKRINO (discernir): "el que come y bebe indignamente sin discernir el cuerpo del Señor, juicio..." Entonces, los corintios, no estaban discerniendo o estaban dudando que era el cuerpo de Jesucristo. Si no fuera así, tendríamos que preguntarnos, ¿por qué ser juzgados con enfermedad y muerte espiritual (v. 30) si fuera solamente del pan que abusaban? Pablo dice que eran culpables de pecar contra el cuerpo y la sangre de Cristo (v. 27), pero ¿cómo si no estaba presente físicamente en la comida? Pablo no dice que pecan en contra de la Cena del Señor. No se puede pecar en contra si no se está presente. La conclusión es clara: el que come indignamente es culpable en cuanto a lo que come.

"La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?" (1 Co 10, 16)
Algunos protestantes dicen que si fuera cierto que Jn 6, 53 es interpretado literalmente, que comer su carne y beber su sangre da vida eterna, entonces ¿cómo pudo haber sido salvado Zaqueo (Lc 19, 9) si la comunión fue instituida solamente en la Última Cena (Lc 22, 15-20)? Para la Iglesia católica esta pregunta es igual que preguntar cómo los Patriarcas del AT pudieron salvarse sin conocer y creer en Jesucristo. La respuesta es que Dios no pide lo imposible, como creer en Cristo antes de que Él naciera, comulgar antes de instituir la comunión (en el caso de Zaqueo), o que, un retardado crea en Cristo para salvarse cuando no tiene la capacidad mental. Jesús no pediría al "buen" ladrón bautizarse cuando no podía (Lc 23, 42-43). Otros dicen que la hostia DEBE saber a carne si de verás lo es. Pero este argumento es cómo decir que Jesús debe haber parecido Dios- Omnipresente cuando estuvo en la tierra y no como un judío regular si de verás lo era. Si embargo, apareció como un hombre cualquiera. ¿Quiénes somos nosotros al decir cómo Dios debe actuar? Si Él quiere que la hostia siga con el mismo sabor, es su deseo.

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PREVISTO EN EL AT

Es muy importante leer el libro del Éxodo para entender lo que hacía y pensaba Jesús al celebrar la Última Cena, durante la fiesta de la Pascua. Cada año, los judíos reviven la huida de Egipto cuando celebran la pascua en sus casas siguiendo las órdenes de Dios:

"Dijo Yahveh a Moisés... El día diez de este mes tomará cada uno para sí una res de ganado menor... tomarán la sangre y untarán las dos jambas y el dintel de las casas donde lo coman. En aquella misma noche comerán la carne. La comerán asada al fuego, con ázimos y con hierbas amargas... Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, y el bastón en vuestra mano; y lo comeréis de prisa. Es Pascua de Yahveh." (Ex 12, 1-11)
Para el judío, esta fiesta y la manera de celebrarla es costumbre perpetua por mandato de Jehová (Éx 12, 17).

¿Por qué comer apresuradamente como manda Dios, si hoy en día el judío no tiene que huir de los egipcios? Es que está reviviendo el acontecimiento. Es así como los católicos cuando celebramos la misa, revivimos la Última Cena, la Nueva Pascua de cuando salimos de la esclavitud del pecado. Y como vimos arriba, es más que un recuerdo intelectual. No es el mismo significado de una fiesta nacional en la que uno simplemente recuerda el pasado pero no lo revive, no hace presente un acontecimiento pasado. Nuestra Pascua es diferente: ES REVIVIR LA ULTIMA CENA, un encuentro con Jesús EN SU PLENITUD en la "Fracción del Pan"(Lc 24, 30-31).

"Porque él sació el alma anhelante, el alma hambrienta saturó de bienes." (Sal 107, 9)
"Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahvé su Dios, que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay; que guarda por siempre lealtad, hace justicia a los oprimidos, da el pan a los hambrientos..." (Sal 146, 5-7).
¿Cómo se sentiría si teniendo hambre, el papá de un niño le diera una manzana artificial (de cera o de madera) que simboliza una fruta verdadera? ¡Terrible!, Jesús dijo:

"¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!" (Mt 7, 9-11)
Sin embargo los hermanos dicen que Jesús nos da sólo un símbolo del Pan del Cielo. Si decimos que tenemos hambre, y si Jesús nos dice:

"Trabajad, por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo os dará ...y el pan que yo daré es mi carne" (Jn 6, 27- 51)
¿Nos dará algo artificial que solamente es un símbolo, como la manzana de cera que sólo representa la comida verdadera? Señor tenemos hambre de ti ¿Qué padre hay de vosotros que si su hijo le pide pan... cuánto más vuestro Padre dará buenas cosas...

Hermano, tal vez como los judíos piensas que es dura esta palabra, ¿quién la puede oír?. Creer en Jesús, es un acto de fe y de la voluntad, no de la sabiduría del hombre dice Pablo (1 Co 1, 19). Si sigues apartándote de la Iglesia que Cristo fundó, sigues el ejemplo de algunos de los discípulos que también se apartaron de Jesús en aquel día (Jn 6, 66). Mejor es seguir a Pedro, el líder de los Apóstoles y de nosotros como quiere Jesús (Jn 21, 15-17; Mt 16, 18-19). Vuelve a la Iglesia verdadera porque Jesús mismo dijo: el que comiere mi carne y bebiere mi sangre TIENE VIDA ETERNA. Si el maná del AT, algo milagroso pero solamente pan, fue llamado trigo de los cielos y pan de nobles (Sal 78, 24-25), ¡cuánto más es el Pan Bajado del Cielo: Jesucristo!

En resumen, podemos decir que hay un sentido profundamente espiritual en Juan 6,48 Jesús es el pan espiritual enviado por el Padre. Dándonos su carne, apunta a su muerte en la cruz. La vida eterna es la fuerza que empuja las palabras de este capítulo (Jn 6). Pero la gloria de la cristiandad es que no solamente se presenta simbólicamente, sino físicamente también. Porque somos físicos, Dios ofrece esta dimensión a nuestra fe para bendecirnos. Por eso tomamos parte del sacrificio de Cristo no solamente al creer en Jesús con nuestra mente, sino también al recibir su cuerpo. Como en un matrimonio cristiano los dos son una sola carne (Mr 10, 8), así es con Cristo y su esposa la Iglesia (Ef 5, 31-32). Cristo físicamente entra en nosotros y llega a ser uno con nosotros. Puede parecer ridículo pero como dice Pablo, Dios utiliza cosas absurdas que para los gentiles son locura (1 Co 1, 23).