¿Pueden los protestantes confiar en el «Concilio de Jamnia» para defender la mutilación a la Biblia?

Los protestantes instruidos frecuentemente aluden a esta justificación para su canon de las Escrituras, pero en realidad no es un argumento muy efectivo, ya que muchos cristianos, católicos y protestantes no tienen la menor idea de lo que fue este supuesto “Concilio”, así que a continuación mostraremos lo que todos deberíamos saber acerca del «Concilio de Jamnia» y su inutilidad:
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El Concilio de Jamnia difícilmente pudo existir
Este es un punto clave. Sabemos que existió una escuela rabínica en Jamnia, pero no existe evidencia histórica que demuestre la celebración de algún concilio en ese lugar. El “Concilio” fue sólo una hipótesis propuesta en 1871 por Heinrich Graetz para explicar la razón por la que los judíos tienen un solo canon. Como hipótesis es muy débil, no existen fuentes tempranas que hablen de ningún Concilio de Jamnia. Con las mismas evidencias podríamos afirmar que se llevó a cabo un Concilio en Pekín. En cualquier caso, la mayoría de los expertos finalmente han reconocido lo obvio: no existe ninguna razón para creer que tal concilio existió.No está claro que la Escuela de Jamnia alguna vez se haya referido al canon de la Escritura
No es sólo que lo que sea que haya ocurrido en Jamnia no haya sido un concilio formal, no se tiene en claro que esa escuela rabínica alguna vez se haya referido incluso a la cuestión del canon de la Escritura. Con estas mismas evidencias tan débiles fácilmente podríamos decir que alguien ha obtenido su canon de la Escritura a partir de la Paz de Westfalia.La escuela de Jamnia no era cristiana
Como he dicho, mientras que difícilmente se podría demostrar la existencia de tal concilio, sí había una escuela rabínica, en el sentido que los rabinos impartían lecciones a sus alumnos. Después de la destrucción de Jerusalén, en 70 A.D., la ciudad de Jamnia se volvió el centro intelectual y religioso del judaísmo rabínico. Quizás no sea necesario mencionarlo, pero los judíos de esa época que se convirtieron al cristianismo no formaban parte de la escuela de Jamnia, ya que esta escuela sólo estaba conformada por aquellos judíos que rechazaron a Jesucristo o de alguna manera les era indiferente. De hecho, la escuela de Jamnia es producto de judíos fariseos y legalistas, esto, por cierto, es la razón por la que ellos no necesitaron de ningún concilio que produjera un canon de las Escrituras. Los fariseos, desde tiempo inmemorial, utilizaron el equivalente moderno del Antiguo Testamento del protestantismo; fueron los helenistas, los judíos griegos, quienes utilizaron el Antiguo Testamento que utiliza el catolicismo, mientras que los saduceos utilizaron sólo los primeros cinco libros de la Biblia.La Escuela de Jamnia era reiteradamente anticristiana
Mientras que no podemos sostener que la escuela rabínica de Jamnia jamás haya producido algún canon bíblico, podemos afirmar una de las mayores contribuciones de esta escuela. Aquí se produjo la desafortunada jaculatoria Birkat haMinim, la cual maldecía a los cristianos y sectarios, y pedían a Dios para que estos “sectarios”, «no tuvieran esperanza y que en un instante los destruyeran todos los males, y que todos Sus enemigos fuesen eliminados rápidamente; y que todos los malvados sean erradicados, vencidos y humillados, pronto, en nuestros días. Bendito eres, Señor, quien somete a los enemigos y humilla a los pecadores.» Esta plegaria debía decirse durante todos los sabats, y obligó a los cristianos de origen judío a separarse de los demás judíos en las sinagogas.Antes de esto, aquellos judíos quienes aceptaron a Jesucristo todavía se sentían cómodos yendo a la sinagoga, donde ellos intentaban convertir a otros hablándoles de Él, como el largamente esperado Mesías. Por ejemplo, esto se describe como una práctica regular de san Pablo y Bernabé, en Hech 14,1 y Hech 17,2. Después del Birkat haMinim, aquellos días terminaron. Un cristiano podía rezarle al Dios de los judíos con la conciencia tranquila, ya que también era el Dios de los cristianos. Pero obviamente, un cristiano de origen judío no podía pedirle a Dios que condenara ipso facto a los cristianos.
Debo mencionar que, en cualquier caso, existen dudas acerca de cuán extensamente deba interpretarse esta maldición contra los “sectarios”, y probablemente, todas las personas que la pronunciaban tenían a diferentes enemigos en mente. Por ejemplo, el historiador israelí Gedaliah Alon, sostiene «que el Birkat haMinim pudo haber sido dedicada sólo a aquellos judíos conversos al cristianismo, quienes adoptaron una posición anti-nomianista, negando así la posición del judaísmo en ese tiempo, la del pacto nomianista.» No obstante, incluso si los cristianos judaizantes hubiesen sido excluidos de la maldición, todavía se interpretaría como un ataque anti-cristiano, ya que los cristianos de origen judío se alejaron de ellos.
El “canon de Jamnia” pudo haber sido resultado de este anticristianismo
Mientras que no es claro que la escuela de Jamnia jamás produjera un canon bíblico, sí se manifestó allí una oposición contra los textos deuterocanónicos sostenidos por el catolicismo, y contra la traducción griega de la Biblia en general, ya que los textos deuterocanónicos hablan muy claramente de cosas como el cielo y el infierno. Éstos contienen profecías que innegablemente refieren a Jesucristo. Por ejemplo, Mt 27,41-43 habla claramente del cumplimiento de lo planteado en Sab 2,12-22, en el cual el Justo debía sufrir una muerte afrentosa (cf. Fil 2,8). Al haberse desligado el judaísmo de los textos deuterocanónicos, pudo disminuir las conversiones en masa de judíos hacia el cristianismo. Esto, por cierto, es la razón por la que muchos expertos, quienes defienden la idea de algún canon de Jamnia, piensan que el canon sí se formó: para deslindarse de helenistas y cristianos.PUBLICIDAD
Los primeros cristianos rechazaron el canon farisaico
En base al carácter anticristiano de la escuela de Jamnia, esto no es sorprendente. Pero aún así es importante recordar que no partimos de cero, existieron muchos cristianos para finales del siglo I, después de todo, fieles quienes escucharon de primera mano a Jesús o a los apóstoles, y por supuesto, el apóstol Juan muy probablemente seguía vivo. Aún así, he aquí lo que no vemos por ningún lado: no vemos a los cristianos de origen judío o a los gentiles cristianos decir «necesitamos estar atentos a lo que digan los rabinos de Jamnia, en su dictamen de cuáles libros pertenecen a la Biblia, ya que nos será obligatorio seguir su resolución.» Y dado que ningún cristiano de los primeros tiempos utilizó este Antiguo Testamento [sin los textos deuterocanónicos], no existe duda de cuál es la respuesta correcta.Al final, los primeros cristianos produjeron su propio canon de la Escritura
No es que los primeros cristianos permanecieran en silencio respecto a la cuestión del canon de la Escritura. El Concilio de Cartago, en el norte de África, secundado por san Agustín, el héroe de los católicos, y de muchos protestantes, produjo exactamente la Biblia católica, tal como la conocemos hoy, Antiguo y Nuevo Testamento. Se fundamentó en un Sínodo anterior en Hipona, cuyos registros de han perdido; el papa Dámaso I confirmó este canon. Ciertamente, este fue un proceso gradual, pero de tal manera que la visión católica siempre prevaleció, y el punto de vista rabínico-fariseo, al que se adhieren los protestantes, ni siquiera surgió como una opción.El argumento protestante viola su propio principio de Sola Scriptura
Recuérdese que sola Scriptura dice que todas las doctrinas deben venir de la Biblia. Ciertamente, el canon de la Escritura es una doctrina, de hecho, una de las más importantes. Aún así, los protestantes fomentan esta visión, donde una de sus doctrinas no se origina en la Escritura, sino de una tradición farisaica. A menos que ahora sola Scriptura signifique «la Escritura más las tradiciones de los fariseos». Esto representaría una enorme contradicción para los protestantes quienes fomentan este imaginario Concilio, como una forma válida de definir los libros de la Biblia.Por supuesto, la ironía aquí es asombrosa. A pesar de toda su perorata sobre los Gálatas, son los protestantes quienes quienes juegan el papel de judaizantes, intentando forzar a los cristianos a que sigan los dictámenes de un solitario grupo de judíos del primer siglo, vehementemente anticristianos. Dicho de otra manera, si un cristiano del siglo primero hubiese elaborado un argumento diciendo que deberíamos rechazar el Antiguo Testamento utilizado por los cristianos, por coincidir [aunque sea parcialmente] con el de la escuela de Jamnia, los seguidores de san Pablo lo hubiesen denunciado por su legalismo. En esencia, esta es sólo una respuesta sin fundamento cristiano, a la cuestión del canon de la Escritura.
Original en inglés: Can Protestants Rely Upon the “Council of Jamnia” for Their Bible?
Autor: Joe Heschmeyer
bibliaytradicion.wordpress.com
Autor: Joe Heschmeyer
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