EL BAUTISMO CATÓLICO
¿NO VALE?

Según algunas sectas, el bautismo que se administra en la Iglesia Católica no tiene ninguna validez, porque se administra a los niños y los niños no tienen fe ni tienen algún pecado; además no se hace por inmersión, como se bautizó Jesús. Según algunos grupos, la misma fórmula trinitaria está equivocada, sino que debe ser "en nombre del Señor Jesús".

Naturalmente, se trata de pretextos y nada más, como en los demás aspectos de la fe. Lo que se pretende es confundir a los católicos poco preparados para atraerlos hacia sus grupos.

Para nosotros la respuesta es muy sencilla. Nosotros estamos seguros de que la Iglesia Católica es la única Iglesia que fundó Cristo y que llegará hasta el fin del mundo, por lo cual es imposible que la Iglesia se haya equivocado desde un principio en un asunto de tanta importancia. ¿Acaso Dios le habrá ocultado la verdad a su Iglesia durante tantos siglos, para después revelársela a unos grupos separados? Claro que no.

De todos modos, veamos todo con calma.

El Bautismo es para adultos y niños

Los siguientes textos son fundamentales para entender el Bautismo:

Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará (Mc 16,15-16).
Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bauticenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado (Mt 28,19-20).
El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne. Y lo que nace del Espíritu, es Espíritu (Jn 3,5-6).
En estos textos vemos una diferencia entre San Marcos, San Mateo y San Juan. San Marcos dice que primero hay que creer y después recibir el bautismo. San Mateo y San Juan hablan en una manera más general. San Mateo dice que hay que bautizar y después enseñar. San Juan dice que es necesario nacer dos veces para entrar en el Reino de Dios: la primera mediante la carne y la segunda mediante el Espíritu.

¿Por qué esta diferencia? Porque el Evangelio de San Marcos presenta la primera etapa del cristianismo, cuando se estaba empezando y naturalmente había que predicar primero y después bautizar a los que creían. No existía el problema de los hijos de los cristianos, porque todavía no había cristianos. Este evangelio es el reflejo de la primera predicación, que encontramos en el Libro de los Hechos de los Apóstoles:

Conviértanse y háganse bautizar cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados sean perdonados (Hech 2,38).
Teniendo la obligación de predicar, los apóstoles tenían que empezar por los adultos. En efecto, no se puede predicar a los niños. Pero, una vez que se convertían los papas, ¿había que bautizar sólo a ellos, dejando sin bautismo a sus hijos? No. Había que bautizar a todos. En el mismo libro de los Hechos de los Apóstoles, que presenta la labor evangelizadora de éstos durante la primera etapa de cristianismo, encontramos algo que nos ayuda a comprender este problema.

Ellos le respondieron: Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia'. Y le anunciaron la Palabra del Señor y a todos los de su casa. Luego el carcelero, llevándolo consigo, les lavó las heridas, e inmediatamente se hizo bautizar él con toda su familia (Hech 16,31-33).
Ella y los de su familia recibieron el bautismo (Hech 16,15).
Aquí no se dice que se bautizaron sólo los adultos. Se bautizaron todos los miembros de la familia, sin ninguna excepción. Hay que recordar que por familia se entendían los papas, los hijos, los servidores y los esclavos.

Por esta razón vemos que en San Mateo y San Juan no se dice que hay que escuchar la predicación primero y después recibir el bautismo. En San Mateo vemos que hay que bautizar e instruir; en San Juan que es necesario nacer dos veces: mediante la carne y mediante el Espíritu, sin hacer distinción de niños o adultos.

El Bautismo borra el Pecado Original

Nuestros hermanos separados son muy enfáticos en señalar que el bautismo es para el perdón de los pecados como dice Hech 2,38, y como los niños no tienen pecados entonces no necesitan bautizarse.

La Iglesia Católica enseña que cuando Adán y Eva, nuestros primeros padres, pecaron, perdieron la amistad de Dios, que tenían que comunicar a sus descendientes. A este pecado la Iglesia le llama "original" y se transmite a todos como herencia:

En el pecado me concibió mi madre (Sal 51,5).
Un solo hombre desobedeció y todos llegaron a ser pecadores (Rom 5,19).
Pues bien, mediante el bautismo se borra esta mancha de pecado. Si uno es adulto, se le borran todos los pecados: original y actuales; si uno es niño, se le borra solamente el pecado original.

Con el Bautismo recibimos el Espíritu Santo

Aparte de quitar el pecado original, el bautismo da el Espíritu Santo. De otra manera Jesús no hubiera recibido el bautismo, puesto que no tenía ningún pecado. Por lo tanto, el bautismo sirve también para los niños porque les da el Espíritu Santo.

Pues yo los bauticé con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo (Mc 1,8).
Cuando salió del agua, los Cielos se rasgaron para él y vio al Espíritu Santo que bajaba sobre él como paloma (Mc 1,10).
Es curioso escuchar a nuestros hermanos separados que afirman que el Bautismo es para el perdón de los pecados, basándose en "Hechos 2,37-38", pero solo leen la primer parte del versículo 38, que se refiere al perdón de los pecados:

Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: "¿Qué hemos de hacer, hermanos?" -Pedro les contestó: "Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados" (Hech 2, 37-38)
y omiten la segunda parte que de ese versículo 38, donde dice:

y recibiréis el don del Espíritu Santo;(Hech 2, 38)
La Biblia dice que el Bautismo es también para recibir el Espíritu Santo, pero la misma frase continua en verso 39 y dice:

"pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos" (Hech 2, 39)
En la Biblia no dice cuantos años deben de tener los hijos para ser bautizados, pero si dice que al ser bautizados se recibe el Espíritu Santo.

Con el Bautismo se ingresa en la Iglesia

Además, el bautismo sirve también como puerta para entrar en la Iglesia, el Nuevo de Pueblo de Dios. De otra manera, ¿por qué san Pedro ordenó que se bautizara Cornelio con su familia, si ya habían recibido el Espíritu Santo y por lo mismo ya sus pecados habían quedado perdonados? Mediante el bautismo, entraron a formar parte de la Iglesia.

Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «¿Quién podría negar el agua del bautismo a quienes han recibido el Espíritu Santo, igual que nosotros?» Y mandó bautizarlos en el Nombre de Jesucristo (Hech 10,47-48).
Otro punto importante: si la Iglesia es el Nuevo Pueblo de Dios, tendrá de todo: grandes y pequeños. No importa si estos entienden o no. Por eso se bautizan a los niños, para que también ellos puedan formar parte de la Iglesia, el Nuevo Pueblo de Dios.

Lo mismo sucedía en el Antiguo Testamento. ¿Cómo un individuo entraba a formar parte del Antiguo Pueblo de Israel? Mediante la circuncisión. Y esta se realizaba a los ocho días de haber nacido:

A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extraño que no sea de tu raza. (Gen 17,2)
José y María como buenos judíos, hicieron circuncidar a Jesús:

Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno. (Lc 2,21).
Así que no tiene ningún sentido lo que dicen los miembros de algunas sectas: "El bautismo de los niños no vale, porque los niños no entienden". Así como los judíos circuncidaban a los bebés para convertirse en judíos, ahora en la Nueva Alianza bautizamos a los bebés para pertenecer a la Iglesia.

Precisamente en Hechos 2,41 dice que en el día de Pentecostés:

Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3,000 almas. (Hechos 2,41).
Dice que "fueron bautizados" y "se les unieron unas 3,000 almas" ¿a que se unieron esas almas? Al ser bautizados nos hacemos uno en Cristo, entonces al ser bautizados nos unimos al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. (Gal 3,27-28)

¿Bautismo debe ser en un río?

Dicen los hermanos separados que el Bautismo debe ser sumergiéndose en las aguas de un río, tal como Juan bautizó a Jesús en el río Jordán.

"Bautizar" significa "sumergir", el bautismo de Juan era un bautismo en agua, el Bautismo de Jesús es un Bautismo en el Espíritu Santo, es decir, sumergirse en el Espíritu Santo.

Yo los bautizo con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo (Mc 1,8).
Jesús fue bautizado en el Espíritu Santo, después de salir del agua.

En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. (Mc 1,10)
La paloma, el agua o el fuego son símbolo del Espíritu Santo. Los mismos apóstoles fueron bautizados, es decir, fueron sumergidos en el Espíritu Santo, el día de Pentecostés en el Cenáculo. El Espíritu Santo se manifestó en forma de fuego.

Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. (Hech 2,3-4)
Juan el Bautista recibió el Espíritu Santo en el vientre de su madre, por eso saltó de gozo, además, con este texto comprobamos que un niño si puede recibir el Espíritu Santo:

Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo (Lc 1, 41)
¿Y el Bautismo debe ser por inmersión? En la Biblia no lo dice, aunque si dice que debe ser con agua:

El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne. Y lo que nace del Espíritu, es Espíritu (Jn 3,5-6).
El día de Pentecostés fueron bautizados 3000 personas en Jerusalén, y sabemos que en Jerusalén no hay ningún río:

Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3,000 almas. (Hechos 2,41).
Algunos podrían decir que se bautizaron en una piscina, pero si así hubiera sido y se hubieran bautizado por inmersión no hubieran alcanzado a bautizarse en un solo día.

También podemos recordar el bautismo del eunuco de la reina de Etiopía, que se realizó en un lugar donde no había río, sino algo como charco o pozo (Hech 8,36-38). Igualmente en el caso de Cornelio (Hech 10,47-48) y del carcelero (Hech 16,33).

Lo importante es bautizar. La manera práctica de realizar el bautismo depende del tiempo y del lugar. La misma Biblia presenta distintas manera de bautizar y la Iglesia Católica enseña que el bautismo se puede administrar por inmersión o infusión.

El Bautismo debe ser "en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo" o "en el nombre de Jesucristo"?

Antes que nada, es importante entender qué quiere decir bautizar a alguien «en el nombre de». Quiere decir hacerlo renacer a una vida nueva «injertándolo en». Pues bien, al principio se quiso subrayar el papel central de Cristo en la obra de la salvación. Por eso se bautizaba en su nombre. Pero, poco a poco se fue descubriendo el papel más amplio de toda la Trinidad con relación a esta obra. Y se llegó a la «fórmula trinitaria»:

Vayan y hagan discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 19).
En realidad, las expresiones que encontramos antes, no son verdaderas «fórmulas bautismales», puesto que varían una de otra. Aquí están:

• Hech 2, 38: En el nombre de Jesucristo.
• Hech 8, 16: En el nombre del Señor Jesús.
• Hech 10, 48: En el nombre de Jesucristo.
• Hech 19, 5: En el nombre del Señor Jesús.

Posiblemente al principio se bautizaba sin pronunciar ninguna palabra. Los mismos apóstoles, el día de Pentecostés, fueron bautizados con el símbolo del fuego y sin que se pronunciaran ninguna palabra. Probablemente lo mismo sucedió con las tres mil personas que fueron bautizadas por los apóstoles el mismo día (Hech 2,41) y con el eunuco bautizado por Felipe (Hech 8,38).

Poco a poco se fueron añadiendo algunas palabras al rito exterior, hasta llegar a la fórmula definitiva, que encontramos en Mt 28, 19. Y todo esto bajo la guía del Espíritu Santo, siempre presente y activo en la Iglesia. Pues bien, ¿qué hay de reprochable en todo esto? Es el desarrollo normal de cualquier organización o ser viviente.

Algunos grupos cristianos, desde principios del siglo pasado, empezaron a bautizar «en el nombre de Jesucristo», aduciendo como razón el hecho que se trata de una fórmula más antigua. No me parece un argumento válido. ¿Qué sucedería si en su congregación alguien no aceptara una norma actual por obedecer a otra más antigua? Y con relación a nuestro desarrollo personal, ¿qué sería de nosotros si quisiéramos pensar y actuar como cuando éramos niños? Entonces, la vida ideal sería la vida intrauterina.

Lo mismo pasa con relación a la fórmula del bautismo y a tantos otros aspectos de la vida de la Iglesia. Lo que importa saber es que Cristo fundó una Iglesia con la misión de llevar adelante su obra. Esta Iglesia, asistida por el Espíritu Santo, como podemos comprobar en el libro de los Hechos de los Apóstoles, poco a poco se fue estructurando y organizando para llevar adelante su misión.

En el caso concreto del bautismo, además, se trata de un proceso aprobado y sancionado mediante un texto claro, presente en un libro canónico. ¿Qué más quieren? ¿O se sienten superiores a la Iglesia fundada por Cristo, que a lo largo de casi veinte siglos utilizó la fórmula trinitaria, o al mismo San Mateo, que la vio bien y la reportó en su Evangelio? ¿Por qué no utilizan el mismo principio con relación a la Biblia, queriendo vivir como en los tiempos más antiguos, cuando aún no estaba puesta por escrito?

Por otro lado, algunos grupos, que rechazan la fórmula trinitaria, de plano ni creen en la Trinidad. En este caso, ¿para qué discutir tanto? Se trataría de puras palabras y nada más, puesto que para ellos el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo constituyen una misma persona con distintos nombres.

Padrinos

Con el afán de buscar siempre más pretextos para atacar a la Iglesia, hay gente que dice: "¿Dónde la Biblia habla de padrinos? ¿Qué significa "padrino"? ¿Por qué los católicos usan "padrinos" en el Bautismo?"

He aquí una breve respuesta al respecto. Padrino quiere decir "segundo padre". Los padrinos se toman el compromiso de ayudar a los papas en la educación cristiana de los ahijados. Faltando los padres, intervienen los padrinos. Pues bien, ¿qué hay de reprochable en todo esto? ¿Acaso hay que hacer todo y sólo lo que está escrito en la Biblia?

Una vez más: Jesús ordenó bautizar. Según los lugares y los tiempos, se establecen las modalidades concretas para realizar el bautismo: en el río, en una alberca, echando un poco de agua sobre la cabeza, con padrinos, pastores o maestros, etc.

Testimonio de la Tradición

Respecto al bautismo de los niños, así escribía S. Ireneo (140-205):

«Jesucristo vino a salvar a todos los que por su medio nacen de nuevo para Dios: infantes, niños, adolescentes, jóvenes y viejos» (Contra los Herejes, libro 2, Capítulo 22).
Orígenes (180-255) afirmaba que el bautismo de los niños fue instituido por los apóstoles (Carta a los Romanos, libro 5, cap. 9).

El Concilio de Cartago del año 253 ordenó que se bautizara a los recién nacidos lo antes posible.

Con relación a la manera de administrar el bautismo, la Didajé o Enseñanza de los Doce Apóstoles, que se escribió contemporáneamente al Nuevo Testamento (año 70-100 después de Jesucristo), dice:

«Bauticen en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, en agua viva. Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes hacerlo con agua fría, hazlo con agua tibia. Derrama tres veces agua sobre la cabeza en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Didajé 7).